viernes, 15 de junio de 2007

Luna de río



Lejos habrá otro río donde la algarabía
rompe lunas de hielo y devora las trizas.
Lejos, donde no llegan los latidos que mi ansiedad apura,
dormirás con mis sueños mientras cae la lluvia
y la noche será rotunda, plena,
tendrá estrellas colgadas y cientos de luciérnagas.


Sobre la tierra áspera las sombras acarrean
puñados de murmullos que pasan y se alejan.
De pronto me parece que tus pasos
pero sólo son pasos que alucina la arena.
Sé bien que no vendrás y sin embargo
algo que se parece a la esperanza me sostiene
expectante en esta orilla.


En la palma del agua mi nave sin sosiego
pone proa hacia el vértice de la noche profunda,
sale a buscar palabras para alcanzar la altura de tu vuelo,
va sin vela y sin brújula, cruje en celo.
Algún destello habrá para orientar el rumbo:
un rayo, una señal de otros exploradores del silencio.
Habrá una épica en la memoria del viento
y una cadencia que el tiempo no olvidó.
Cuento con eso.