Aquí los desolados fantasmas pasan
sin hacer ruido ni oxidar el lomo del olvido.
Aquí no cruje la pluma sobre el papel;
se deja llevar deslizándose sobre oraciones
grises como un barco escuálido
por la huella de la luna.
Converso con mi sombra sobre este río
inclinado hacia el ayer, a veces
pintamos de blanco los recuerdos oscuros
y barremos la escarcha con el ala de un poema.