martes, 4 de agosto de 2009

La rosa de los vientos / Be@

Ya no te nombra la sangre desvelada
ni se consume en fuego sagrado
el hambre que ciega e ilumina.
En lento silencio y con andar de sombra,
huiste por la puerta abierta de la tarde.
Todo lo que tuve y tendré
se fue contigo. A veces me arrepiento,
sólo a veces.
En el gesto del adios
la mano espanta la distancia
y cierra los paréntesis que abrieron
los caminos.
Partir rotundamente,
sin conjugar la acción,
sin alas y sin velas para afrontar el viaje.
La soledad es un desierto que se abre por delante;
dibujo, torpemente, la rosa de los vientos
y entre sus coordenadas sustento a duras penas
las palabras que elijo como único equipaje.

sábado, 1 de agosto de 2009

CUADERNOS DE CASIOPEA / Be@

Cuadernos de Casiopea,
donde los sueños emergen
del horizonte al alcance de la mano.
Ceremonia donde la sacerdotisa unge la frente
de todas las estrellas consteladas
con palabras recién florecidas.

Cuadernos de Casiopea,
donde sueñan los tigres
y los tréboles olfatean
la esperanza cebada y al acecho.

Por la senda del renglón Eva regresa al Paraíso,
patria elegida para parir su voz y sus silencios.
Durante nueve lunas deambularon sus dedos
destejiendo murallas y levantando cielos.

Ahora tiene luz propia y una sed
que le llena los ojos de aguaceros.
Ahora ya no tiene dueño.

Dios le ha dado las llaves y le ha confiado el reino.

Cuadernos de Casiopea,
donde habitan sedosos los desvelos.

Tango / Be@

Hay en el aire un silbido taciturno
que se aleja cargándose el domingo
sobre la espalda.

Hay una calle empedrada y violeta
por la que ronda el alba
arreando estrellas por la ladera de la luna.

Hay una esquina en el sur que mira
desde los arrabales de unos versos
cómo se rompen en el aire las notas imposibles.

Hay un tango trepando por el brillo
del charol de esos zapatos
que lentamente dibujan en la bruma la cadencia

que le puso nombre a Buenos Aires.