jueves, 29 de abril de 2010

LAS MANOS NEGATIVAS – Marguerite Duras

Llamamos manos negativas a las pinturas de manos encontradas en las grutas magdalenianas de la Europa del Atlántico Sur. El contorno de esas manos – posadas abiertas sobre la piedra – estaba untado de color. Casi siempre de azul, o de negro. A veces de rojo. No se ha encontrado ninguna explicación de esta práctica.

Ante el océano
bajo el acantilado
sobre la pared de granito

esas manos

abiertas

Azules
Y negras

Del azul del agua
Del negro de la noche

El hombre entró solo en la gruta
frente al océano
Todas las manos tienen el mismo tamaño
estaba solo

El hombre solo en la gruta miró
en el ruido
en el ruido del mar
la inmensidad de las cosas

Y gritó

A ti que tienes nombre, a ti que has sido dotada de una identidad
te amo

Esas manos
del azul del agua
del negro del cielo

Planas

Posadas descuartizadas sobre el granito gris

Para que alguien las vea

Yo soy el que llama
Yo soy quien llamaba, quien gritaba hacía treinta
mil años

Te amo

Grito que quiero amarte, te amo

Amaré a quien quiera que oiga mis gritos

Sobre la tierra vacía quedarán estas manos sobre la pared de
granito frente al rugido del océano

Insostenible

Ya nadie oirá

Ni verá

Treinta mil años
Esas manos, negras

La refracción de la luz sobre el mar hace temblar
la pared de la piedra

Soy alguien, soy el que llamaba, el que
gritaba en esta luz blanca

El deseo
la palabra aún no ha sido inventada

Miró la inmensidad de las cosas en el fragor
de las olas, la inmensidad de su fuerza

después gritó

bajo sus pies los bosques de Europa,
sin fin

Se yergue en el centro de la piedra
de los pasillos
de los caminos de piedra
de todas partes

A ti que tienes nombre, a ti que has sido dotada de una identidad
te amo con un amor indefinido

Había que descender del acantilado
vencer el miedo
El viento sopla desde el continente, empuja
al océano
Las olas luchan contra el viento
Avanzan
ralentizadas por su fuerza
y llegan con paciencia
a la pared

Todo se rompe

Te amo más que tú a mí
Amaría a quienquiera que me oyese gritar que
te amo

Treinta mil años

Llamo

Llamo a quien me responda

Quiero amarte, te amo

Desde hace treinta mil años grito frente al mar al
Espectro blanco

Soy el que gritaba que te amaba, a ti

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