jueves, 19 de junio de 2008

Destierro

Un dios sin cara y sin nombre me desterró
de la geografía por donde mis pasos urdían la trama incierta
de un poema sin descifrar.
Como un paria sin norte ni destino voy
por una tierra que no me pertenece, voy
sin tener a quien volver.
Sólo preguntas retumban
en la noche amurallada de soledad.
Sólo mi voz se estrella en el fondo del abismo y
al cabo de tanto andar buscándole colores y sonidos
a esta historia de vivir, un dios sin cara y sin nombre me apagó
las luces y la música llevándote al inconcebible país del no ser.
A mí me dejó aquí, ahuyentando sombras,
interpelando al silencio desde el inconmensurable espacio de la pena
y sabiendo que al perderte se derrumbaron para siempre
mis estrellas.

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