sábado, 21 de junio de 2008

Variaciones sobre poesía - Eduardo González Lanuza (Fragmento)

Pienso en los que consideran a la poesía como agradable adorno de la vida, como objeto de "confort", y me sonrojo por ellos. En los que quieren utilizarla para satisfacer su vanidad o lucir su inteligencia, y me sonrojo por ellos. En los que la confunden con los plumajes del ave del paraíso o los cantos del ruiseñor y aspiran a convertirla en simple reclamo de lo erótico, y me sonrojo por ellos. En los que la consideran adecuada para encubrir discursos o consejos morales, y me sonrojo por ellos. Pienso en los premios literarios, en las ediciones de lujo, en las declamadoras. Y me sonrojo por ellos.
Y pienso en mí, me imagino averiguando cuál es el objeto infinito de la poesía, y persistiendo, increíblemente en su persecución. Y me sonrojo también por mí mismo, más que por ningún otro.

1 comentario:

susana dijo...

El objeto infinito de la poesía?. Cual será?, Tampoco podría definirlo.
Solo se que la poesía es la compañera que te hace vivir sueños e ilusiones.Y no me sonrojo, palpita mi corazón!!!
Un fragmento del autor hermosísimo.
susana