jueves, 16 de octubre de 2008

POESÍA

Me manda a buscar flores entre ruinas,
me pone contra el viento, me desampara
siempre,
me desvela.
Rasga con su cuchillo mis escudos,
me aproxima al abismo,
obligándome a andar descalza por las piedras.
Arremolina el aire que me abraza,
me cubre de cenizas y me muestra la aurora.

Un ardor en la voz y en la esperanza,
candor de nube blanca,
lujuria desolada que no cesa,
espasmo de palabras.
¿Quién vendrá a rescatarme de tu hoguera?
¿Quién me traerá un candil cuando anochezca?
¿Dónde voy a esconderme cuando no quiera
que me arrees a la melancolía de esta ciudad de puerto
y de murallas?

Me calcina la sombra cuando salgo
a gritar por las cornisas y
hace fuego disparando su arma con mis dedos.

1 comentario:

alicia-susana-gomez-bruzzone.blogspot.com dijo...

FUERTE, TESTIMONIAL, PROFUNDO TU POEMA. ME LLEGA AL FONDO DESDE DONDE DEBEMOS TOMAR FUERZA PARA EMERGER.