Sola,
con dos orillas de lágrimas
que vienen a cobrarle peaje a mi tránsito
por esta ciudad que ya no puede reconocerme.
Sola,
como un puerto que nunca pueblan los que llegan,
donde no sobreviven las alondras
y se incendian los puentes.
Me dieron esta página y una lengua imperfecta,
un silencio, una cadencia, un charco de cristal
por donde pasa el cielo que se interna en mis dedos
y me toca los siglos en los huesos.
1 comentario:
bellísima SOLA pero, rodeada de seres que te queremos y admiramos alife80
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