miércoles, 25 de junio de 2008

Corazón baldío

Sola el alma y el corazón baldío
por una tierra de humo donde siempre
es de noche,
donde se apaga el fuego y nieva ausencia
y nieva silencio y nieva.

Sola con tanta muerte a cuestas
que la vida se me encoge aterida
detrás de los muros roídos por la pena.

Contando míseras monedas que no alcanzan
para echar a cara o cruz la suerte en una esquina,
camino sin tener a donde ir, camino sin poder volver.

Camino y nieva el humo silencioso y espeso
de la hoguera marchita que me mira pasar y no me ve.

Beatriz Mir

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